lunes, 25 de julio de 2011

UNA VOCACION ESPECIAL

<strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike><strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike></strike>

Yo pues, preso en el Señor, os ruego que andéis como es digno de la vocación con que fuisteis llamados, con toda humildad y mansedumbre, soportándoos con paciencia los unos a los otros en amor, solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos. Ef. 4:1-7.

Has considerado alguna vez la importancia de haber conocido a Jesucristo, no hablo solamente del don maravilloso que es la salvación, me refiero a la revolución que ha ocasionado en tu vida actual esta decisión. Tu vocación en Cristo (inspiración especial para realizar la obra de Jesús) se ve reflejada en las cosas que hacemos a diario, la manera en que nos relacionamos con los demás, en el amor que demostramos a nuestro prójimo, Cuando demostramos que somos sembradores de paz y no de disensión. Tú realmente eres especial pues contribuyes al cambio de la sociedad.

Pero a pesar de lo anterior, cuantas veces hemos escuchado la expresión, “yo antes fui cristiano, pero ahora ya no” o “cuando yo era cristiano...”, como si aceptar a Jesucristo fuera algo para tomar a la ligera, o algo así como un traje que usaste un día y hoy te lo quitas. Espero que este no sea tu caso, y si así fuera, recuerda que el amor de Dios es tan grande que aun cuando hemos negado nuestra vocación, Jesucristo esta dispuesto a perdonarnos y restaurarnos: “De Jehová nuestro Dios es el tener misericordia y el perdonar, aunque contra él nos hemos rebelado...” Dn 9:9.

Recuerda siempre la maravillosa salvación que has obtenido por gracia, “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe” Ef. 2:8-9. no la menosprecies, como Esaú menosprecio su bendición, no sea que tu pierdas también la tuya, al contrario atesorala, demuestrala y compartela con todo el que puedas. 
Bendiciones del Señor.

No hay comentarios:

Publicar un comentario